Mito 1: “La maquetación de libros es solo poner el texto bonito.”
Nada más lejos de la realidad. La maquetación de libros no trata solo de estética, sino de funcionalidad. Un libro bien maquetado guía la lectura, respeta los márgenes y garantiza que el contenido sea cómodo de leer tanto en papel como en digital. Detrás de cada página hay horas de trabajo técnico y decisiones que afectan directamente a la experiencia del lector.
Mito 2: “Puedo hacer la maquetación de mi libro con Word y quedará igual.”
Word no está diseñado para la maquetación de libros profesional. Puede servir para redactar, pero no para controlar tipografía, interlineado, sangrías o saltos de página con precisión. Usar herramientas especializadas en la maquetación de libros es lo que marca la diferencia entre un texto autoeditado con calidad editorial y uno que se nota improvisado.
Mito 3: “La maquetación de libros no influye en las ventas.”
Un diseño pobre puede arruinar una buena historia. Cuando un lector hojea un libro y ve páginas desordenadas, márgenes desiguales o fuentes incómodas, pierde confianza en la obra. La maquetación de libros, además de ser un aspecto técnico, también comunica profesionalidad. Y eso vende.
Mito 4: “Cualquiera puede hacer la maquetación de libros.”
Como en cualquier oficio, la experiencia cuenta. Quien se dedica a la maquetación de libros conoce los estándares editoriales, domina la composición tipográfica y sabe cómo adaptar el formato según si es para Amazon KDP, impresión offset o distribución digital. No se trata de saber usar un programa, sino de entender cómo se construye un libro.
Mito 5: “Solo importa la portada, la maquetación se ve poco.”
La portada atrae, pero la maquetación de libros retiene. Un lector puede enamorarse de una portada, pero si el interior está descuidado, abandonará el libro. La armonía entre diseño exterior e interior es lo que convierte una publicación en una obra coherente y profesional.
Mito 6: “La maquetación de libros es cara y no vale la pena.”
Invertir en maquetación de libros es invertir en la percepción de tu trabajo. Un texto bien presentado transmite cuidado, respeto por el lector y atención al detalle. Además, una buena maquetación evita errores en impresión y en los formatos digitales, ahorrando dinero a largo plazo.
Mito 7: “La maquetación de libros digitales no necesita tanto detalle.”
Aunque el formato digital parece más simple, la maquetación de libros en eBook también requiere técnica. Los saltos de párrafo, los encabezados, la jerarquía visual y los estilos deben adaptarse a distintos dispositivos. Sin un buen trabajo de maquetación de libros, tu eBook puede verse distinto en cada pantalla.